Su llegada desde las selvas de Asia comienza a aterrar.
Los mosquitos tigre, también llamados Aedes albopictus, pertenecen a la familia Cuilicidae. Y están considerados como una de las 100 especies invasoras más problemáticas y dañinas del mundo.
Tamaño pequeño, que ronda los 5-10 mm (menor que un garbanzo).
Color negro, con manchas blancas en su vientre, y rayas blancas en sus patas de delante.
Los mosquitos tigre, vuelan y atacan durante el día. Activos a las primeras horas de la mañana, y a media tarde, hasta el atardecer.
Suelen efectuar varias picaduras seguidas.
Su sitio favorito son las piernas de las personas.
Existe una gran preocupación con su propagación. Ya que al igual que sucedió en el sureste asiático, pueden convertirse en portadores del dengue y la fiebre amarilla.
El hábitat del mosquito tigre, suele ser lugares con una pequeña cantidad de agua estancada. Para favorecer el realizar su ciclo biológico.
Por la noche se refugian.
En aquellos países que sufren de casos numerosos de enfermedades graves de este tipo, es donde más cuidado hay que tener. Los mosquitos tigre, suelen picar a muchas víctimas, no solo humanos. Por lo que es muy probable que en una zona donde algún virus o enfermedad en concreto predomine, el mosquito tigre la haya portado.
Las picaduras mosquito tigre provoca una inflamación e hinchazón. Más considerablemente y más grande. Además de que produce un dolor más intenso, tanto a la hora del pinchazo, como en las horas posteriores. Incluso, puede llegar a provocar fiebre, y llegar a enrojecer zonas entorno a la mordedura.